El té es una bebida ancestral cargada de historia y romanticismo. De hecho, es una de las bebidas más consumidas en el mundo después del agua (rivalizando con el café).

La historia del té se remonta a más de 5.000 años, cuando Shen Nung, emperador, erudito y herbolario descubrió esta bebida por accidente. A partir de entonces, su popularidad se extendió desde China hasta Europa Occidental y América, no solo por su sabor sino también por sus propiedades antioxidantes.

Sin embargo, para sacar lo mejor de esta bebida es importante utilizar agua de calidad y controlar la temperatura, pues todo esto influye en la calidad final. Mira lo que debes saber sobre cómo preparar un buen té en esta nota.

El protagonismo del agua en la preparación del té

El 99% de una taza de té se compone de agua, y dado que el sabor del té es ligero, la calidad del agua juega un rol fundamental. 

Concretamente, la claridad, el color y el sabor son las características más importantes para conseguir un buen té. Esto es porque el agua de calidad ayuda a sincronizar los agentes químicos de los polifenoles, componentes que construyen el cuerpo, sabor, textura y astringencia del té.

Ahora, aunque es posible obtener un té sabroso usando agua potable, debes saber que el agua del grifo suele presentar problemas como:

• Dureza. Un alto contenido de minerales puede enturbiar el té. Esto ocurre cuando hay una dureza superior a los 200 ppm, y el agua del grifo en Chile puede ser bastante dura.
• Cloro. El agua que llega a tu hogar, para ser potable, atraviesa un proceso de cloración que genera mal sabor y olor. Por esta razón, el té que haces en casa puede no ser tan rico como el que tomas fuera, en un sitio donde se prepara con agua sin cloro.

Dicho esto, es importante que el agua para té sea filtrada para conseguir un correcto equilibrio de todos los componentes. Un filtro de agua te permite eliminar los químicos y los minerales indeseados, entregando agua sin cloro y suave. 

¿Cómo preparar un buen té al estilo inglés?

Mira paso a paso cómo preparar té al mejor estilo británico, pues los ingleses son famosos por su maestría en esta área:

1. Elige el té. En primer lugar, los británicos prefieren un té negro robusto, pero si es de tu preferencia puedes usar té verde o cualquier otra variación. También puede utilizar bolsitas de té o usarlo suelto, ambas opciones son aceptables.

2. Agua para té. Llena una tetera con agua fresca, filtrada, y hiérvela a una temperatura que oscile entre los 76 y 105° C. La temperatura debe ser mayor para los negros y menor para los verdes. Además, evita usar el microondas o dañarás el té.

3. Infusión. Sirve el té en una taza (una bolsita o una cucharada si es suelto) y vierte el agua hervida encima. Deja reposar de 3 a 5 minutos los tés negros, y un minuto y medio los verdes. Mientras más tiempo repose, más amargo será.

4. Dale el toque especial (solo para té negro). Añade leche (antes o después del agua) y disfruta de tu bebida ancestral al fiel estilo británico (no recomendable para té verde o a base de hierbas). 

Ya que sabes cómo preparar té, aprovecha las ventajas de hacerlo con agua filtrada y disfruta de una bebida con mejor olor y sabor. Los filtros de Vigahome son de fácil instalación y puedes encontrarlos en forma de jarra o fijos como el equipo de osmosis inversa.