El agua es una de las sustancias más importantes para la vida. Es esencial para la hidratación, para cocinar y para la higiene personal. Sin embargo, no todo tipo de agua es igual. El agua del grifo o de la llave y el agua purificada tienen diferencias notables en su calidad y contenido.
El suministro de agua potable en Chile es generalmente seguro y cumple con los estándares de calidad establecidos por las autoridades sanitarias. El agua de la llave proviene de sistemas municipales de abastecimiento de agua, fuentes que pueden variar en calidad, dependiendo de la ubicación y del lugar donde son almacenadas y tratadas. Por ejemplo, el agua de las zonas rurales puede tener una mayor concentración de minerales debido a la falta de tratamiento, mientras que el agua de las zonas urbanas puede contener cloro y fluoruro agregados durante el proceso para mejorar su calidad.
El agua de la llave también puede contener impurezas como bacterias, virus, metales pesados y productos químicos que se filtran en las tuberías. Aunque la mayoría de los sistemas de tratamiento de agua eliminan estas impurezas, es posible que algunas aún están presentes en el agua del grifo. Además, durante los últimos años, ha habido informes de sequías en varias regiones de Chile, lo que ha llevado a restricciones en el uso del agua en algunas zonas y puede haber afectado la calidad del agua potable en ciertas áreas.
Por otro lado, el agua purificada es agua que se ha sometido a un proceso de purificación para eliminar todo tipo de contaminantes. Hay varios métodos de purificación de agua, que incluyen la ósmosis inversa, la destilación, la des ionización y la filtración por carbón activado.
La ósmosis inversa es un proceso en el que el agua se presiona a través de una membrana semipermeable que elimina impurezas, metales pesados y productos químicos. La destilación implica calentar el agua hasta que se convierte en vapor, luego condensar el vapor para producir agua pura. La des ionización utiliza resinas intercambiadoras de iones para eliminar iones cargados del agua, como los iones de calcio y magnesio que causan dureza. Finalmente, la filtración por carbón activado se utiliza para eliminar los contaminantes orgánicos del agua.
El agua purificada tiene una calidad más alta que el agua que sale de la llave. Es libre de todos los químicos e impurezas y también puede tener un sabor más suave y menos clorado. El agua purificada es ideal para personas con sistemas inmunológicos débiles, bebés, mujeres embarazadas y personas que viven en áreas donde el agua del grifo es de mala calidad.
Hay varias formas de obtener agua purificada en el hogar. Una opción es comprar agua purificada embotellada, como también instalar un sistema de purificación de agua en el hogar, como un filtro de ósmosis inversa o un sistema de destilación.
En conclusión, el agua del grifo o de la llave y el agua purificada tienen sus pros y contras, ya sean en temas económicos, de salud o accesibilidad, pero no cabe duda que al optar por la segunda opción, puedes disfrutar el agua con mayor tranquilidad y despreocuparse por el agua que estás consumiendo tú y tu familia.